El Parque de La Alamedilla surge como un cruce de caminos que la ciudad ha ido absorbiendo. El vacío de edificaciones constituido por la Alamedilla y la Plaza de España tiene el potencial para convertirse en la nueva puerta de la ciudad por su ubicación central, al borde del Casco Histórico, en el camino natural de la estación de trenes hacia el centro, y por la implantación del nuevo parking que el concurso propone. Sin embargo la zona este del parque, integrada por los centros de enseñanza y con la frontera infranqueable de la vía férrea se encuentra urbanísticamente desordenada y deteriorada. La intención de este proyecto es regenerar este área potenciando su vinculo visual con la plaza de España y el carácter cívico y estancial del parque, convirtiendo el conjunto Alamedilla+Pabellón de Deportes+Plaza de España en uno de los nuevos símbolos de la ciudad.

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El Proyecto surge como un telón de fondo del parque. Ordena la fachada sureste con un solo gesto que unifica el conjunto. La cubierta se extiende por la calle convirtiéndose en una pérgola ligera cuyos apoyos se entrecruzan visualmente con los troncos de los árboles dándole al parque una apariencia de continuidad, y un fondo unitario. Se piensa en un material metálico de brillos apagados que pueda ofrecer una sutil reflexión de las hojas de los arboles circundantes para reforzar esa visual Parque-Edificio.